Sombras majestuosas emergen después del atardecer, es como si pequeños demonios sacaran sus garras por entre el cemento
Tienen cada uno su danza propia
Hasta las nubes se acercan a mirarles
Hasta los ángeles les sonríen desde el cielo
Los rayos de los focos citadinos son las luces de su escenario
miércoles, 6 de mayo de 2009
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